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Cirugía para tratar la epilepsia

¿Qué es la cirugía para tratar la epilepsia?

En la epilepsia, la cirugía consiste en operar el cerebro para reducir o detener las crisis epilépticas.

¿Por qué se hace la cirugía para tratar la epilepsia? 

La epilepsia se opera cuando los ataques o crisis epilépticas no se pueden controlar con la medicación u otros tratamientos. La operación tiene como objetivo detener todas las crisis o, por lo menos, hacer que ocurran menos a menudo.

Después de la operación, algunos niños pueden dejar de tomar su medicamento para la epilepsia, aunque la mayoría de ellos lo deben seguir tomando, pero en menor cantidad.

¿Qué tipos de cirugías para tratar la epilepsia existen?

En la epilepsia, se pueden hacer dos tipos de cirugías (operaciones): la cirugía de resección y la callosotomía:

  • En la cirugía de resección, se extrae el área del cerebro que causa las crisis. A veces, solo se trata de un trozo muy pequeño de cerebro; pero hay otras veces en que se debe extraer una parte de mayor tamaño.
  • En la callosotomía, se corta el cuerpo calloso. El cuerpo calloso es la conexión, o manojo de fibras nerviosas, que conecta los dos lados del cerebro (llamados hemisferios cerebrales) y que les permite comunicarse entre sí. Si se corta, una crisis que empieza en un lado del cerebro no se puede extender al otro lado.

¿Qué ocurre antes de la cirugía para tratar la epilepsia?

Un neurólogo especializado en la epilepsia (o epileptólogo) hace pruebas para identificar en qué parte del cerebro empiezan las crisis. Luego, un grupo de especialistas en medicina se reúne para hablar sobre cómo operar. En este grupo se incluyen: 

  • epileptólogos 
  • neurólogos (médicos que tratan problemas del cerebro y de la médula espinal) 
  • neurocirujanos (médicos que pueden operar el cerebro y la médula espinal)
  • neuropsicólogos (profesionales de la salud que se centran en estudiar cómo afecta el cerebro a nuestros pensamientos y actos)

Las pruebas que se solicitan pueden incluir las siguientes:

También es posible que hagan estas pruebas para ver qué partes del cerebro controlan actividades como el habla, la memoria y la vista:

  • La prueba de Wada: se inyecta un medicamento en el torrente sanguíneo para que un lado del cerebro se "quede dormido" durante un rato. Entonces, el médico hace pruebas de habla y de memoria para saber qué parte del cerebro se está usando. 
  • Resonancia magnética funcional: mientras el paciente sigue instrucciones, la resonancia magnética muestra cambios en el flujo sanguíneo del área cerebral que se está usando. 
  • Mapeo eléctrico cerebral: se colocan electrodos sobre o dentro del cerebro que estimulan algunas áreas para mostrar qué actividades están controlando 

¿Qué ocurre durante la cirugía para tratar la epilepsia?

A su hijo le pondrán anestesia general para que esté dormido durante toda la operación y no sienta ningún dolor. Es posible que le afeiten el pelo del lugar de la incisión para reducir las probabilidades de infección.

El neurocirujano extraerá una parte pequeña del cráneo (lo que se llama craneotomía) para poder acceder al cerebro. Dependiendo del tipo de operación, el cirujano extraerá una parte del cerebro o bien cortará el cuerpo calloso. Luego, volverá a colocar la parte del cráneo en su sitio para que se pueda curar bien la herida.

La mayoría de las operaciones de epilepsia duran de 3 a 4 horas.

¿Qué ocurre después de la cirugía para tratar la epilepsia?

Después de la cirugía, a su hijo lo llevarán a un área especial de recuperación llamada unidad de reanimación (PACU, en inglés), durante unas pocas horas hasta que se haya recuperado por completo de la anestesia.

Dependiendo del tipo de operación que le hagan a su hijo, es posible que pase la primera noche en una unidad especial de cuidados intensivos y que luego lo lleven a la unidad de neurocirugía donde pasará el resto del internamiento hospitalario.

La mayoría de los niños vuelven a casa 3 o 4 días después de la operación. Les cuesta de 3 a 4 semanas recuperarse por completo de este tipo de operaciones.

¿Hay riesgos asociados a la cirugía para tratar la epilepsia?

Entre los riesgos asociados a la cirugía de la epilepsia, se incluyen la infección, el sangrado, la hinchazón cerebral y las complicaciones de la anestesia.

Hay otros riesgos que dependen del tipo de operación. Entre ellos, se incluyen el aumento de las crisis o los cambios en el habla, la vista, la memoria, el lenguaje y/o el movimiento. El epileptólogo y el neurocirujano hablarán con ustedes sobre la operación específica que vayan a practicar a su hijo.

¿Cómo pueden ayudar los padres?

Ayude a su hijo a prepararse para la operación. Los niños de todas las edades lo afrontan todo mucho mejor si se han hecho una idea sobre qué es lo que les va a ocurrir y por qué.

Use palabras sencillas y tranquilizadoras para explicarle a su hijo por qué lo tienen que operar. Hablen sobre su problema médico y sobre por qué es necesario operarlo. Dependiendo de la edad que tenga su hijo, puede hablar un poco con él sobre la operación y el período de recuperación. El médico de su hijo les puede recomendar libros, artículos y otros documentos adecuados para la edad de su hijo sobre el tema.

Después de operarse, su hijo estará muy somnoliento y necesitará descansar. Usted lo puede ayudar, limitando tanto la cantidad de visitas como el horario de visitas.

Su hijo deberá asistir a visitas de seguimiento y es posible que necesite hacer fisioterapia o logopedia después de salir del hospital. Organice todas las visitas de seguimiento que les recomiende el médico de su hijo.

¿Cuándo debería llamar al médico?

En casa, su hijo necesitará cuidados hasta que se recupere por completo.

Llame al médico de inmediato si a su hijo:

  • le sube la fiebre a 101°F (38,3°C) o más
  • se le hincha o se le enrojece la herida de la incisión
  • la herida le segrega líquido o fluido
  • tiene fuertes dolores de cabeza
  • tiene náuseas y/o vómitos