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Educación especial: Obtener ayuda para su hijo

¿Qué es la educación especial?

Muchos niños necesitan recibir ayuda adicional y apoyo en la escuela. Esto se llama "educación especial". Los niños son elegibles para recibir educación especial si su aprendizaje se ve limitado o interferido por un afección física, cognitiva, conductual o emocional. 

La educación especial asegura que todos los alumnos que sean elegibles reciban una educación pública adecuada junto a sus compañeros de edad que no tengan ninguna discapacidad. Entre sus servicios, se incluyen los siguientes: 

  • un programa de educación individualizada (IEP, por sus siglas en inglés) 
  • ayudas y servicios que facilitan el aprendizaje (como la ayuda de un asistente)
  • logopedia para ayudar a hablar al alumno a, comunicarse y a alimentarse bien 
  • terapia ocupacional para ayudarlo a realizar las tareas cotidianas

Si le preocupa la capacidad de aprendizaje de su hijo, pida que le hagan una evaluación psicopedagógica en su centro de preescolar o escuela. Cuanto antes reciba un niño la ayuda que necesita, más probabilidades tendrá de rendir en la escuela. 

¿Qué establece la ley?

La ley de educación de individuos con discapacidades (IDEA, por sus siglas en inglés) asegura que los niños con discapacidades reciban una educación pública gratuita adaptada a sus necesidades desde el nacimiento hasta los 21 años de edad.

Los niños que cumplen los requisitos para beneficiarse de ayuda adicional pueden recibir un plan que fija sus metas de aprendizaje e incluye adaptaciones (apoyos en la educación ordinaria) y modificaciones (cambios en la educación ordinaria) que favorecen su rendimiento. Los padres, profesores, terapeutas, psicólogos escolares y otras personas trabajan en equipo para crear el plan. Los planes se ofrecen teniendo en cuenta las capacidades y la edad del niño:

  • Plan de servicio familiar individualizado (IFSP, por sus siglas en inglés): Se ofrece a bebés y niños de hasta 3 años de edad que tengan retrasos evolutivos o problemas médicos que puedan llevar a retrasos (como pérdidas auditivas, haber nacido de forma prematura, o una afección de origen genético, como el síndrome de Down).
  • Programa de educación individualizada (IEP): Este programa establece el nivel de rendimiento actual del alumno y fija unas metas de aprendizaje alcanzables. También incluye cualquier servicio de adaptación o de modificación (como la terapia) junto con un plan de transición para la vida después de la enseñanza secundaria a partir de los 14 años de edad. El IEP incluye revisiones anuales e informes trimestrales sobre el progreso.

¿Qué hacer primero?

Hable con el médico de su hijo. Si su hijo tiene necesidades especiales que le dificultan el aprendizaje o si parece ir atrasado en el desarrollo, explíqueselo a su médico. Él podrá ver si su hijo se podría beneficiar de que lo evalúen o si lo debería ver un especialista (como un logopeda o un psicólogo).

Pida o acepte que evalúen a su hijo. Un niño que pueda necesitar ayuda adicional para alcanzar los hitos evolutivos será derivado para que lo evalúen. Esta evaluación se puede hacer a través del programa estatal de intervención precoz o a través de su distrito escolar. Las evaluaciones usan pruebas para detectar los puntos fuertes y las debilidades de los alumnos. Puede solicitar una evaluación gratuita, incluso si no dispone de la derivación procedente del médico de su hijo. He aquí cómo conseguirlo:

  • Si su hijo no ha cumplido los 3 años de edad, llame al programa estatal de intervención precoz.
  • Si su hijo tiene 3 años o más, llame al distrito escolar de su localidad que le corresponda. 
  • Si su hijo es mayor y tiene dificultades en la escuela, pida que le hagan una evaluación en cualquier momento. Hable con sus profesores, el director del centro, su orientador escolar o un psicólogo para organizar la evaluación. 

¿Cómo evaluarán a mi hijo?

El tipo de pruebas que se hagan dependerá de lo que a usted le preocupe y de las necesidades que tenga su hijo. Puede haber pruebas o tests de habilidades lingüísticas, de motricidad, de desarrollo, de problemas de comportamiento, de coeficiente intelectual y de capacidad de logro. 

¿Qué servicios se ofrecen?

Bebés y primera infancia

Los bebés y los niños pequeños se inscriben en programas estatales de intervención precoz. La mayoría se administran en el domicilio del niño e incluyen ayuda para aprender a andar, hablar, jugar y desarrollar otras habilidades. Las familias y otros cuidadores aprenden a ayudar al niño a alcanzar sus metas, y pueden recibir ayuda para gestionar los problemas de comportamiento y otras cuestiones. 

Antes de que los niños cumplan 3 años, se vuelven a evaluar para saber si necesitan proseguir con la educación especial. Si un niño se puede seguir beneficiando de ese tipo de servicios, se elaborará un plan para preescolar. 

Preescolares

A partir de los 3 años, los niños suelen recibir los servicios fuera de su casa. Los niños de preescolar aprenden mejor cuando están rodeados de sus iguales, y los maestros los preparan para la escuela. Esto tiene lugar en centros de preescolar de educación especial o en otros centros de aprendizaje. En caso necesario, un niño puede recibir servicios adicionales, como logopedia, para ayudarlo a alcanzar sus metas de aprendizaje. 

Cuando acaba la etapa de preescolar, los niños se pueden volver a evaluar para saber si necesitan proseguir con la educación especial en la enseñanza primaria. 

Niños en edad escolar

En función de cuáles sean sus necesidades, los alumnos, desde parvulario (kindergarten) hasta los 21 años, se pueden beneficiar de un IEP o de un plan educativo 504. Se sabe si un alumno es o no elegible a través de la labor de un equipo multidisciplinario. 

Mientras que el IEP ofrece servicios de educación especial individualizada, incluyendo cualquier modificación, y establece metas de aprendizaje, el plan 504 ayuda a un niño con discapacidades a rendir, con adaptaciones conductuales o ambientales, en el marco de una clase ordinaria. 

Estos dos tipos de planes puede parecer que son lo mismo, pero son diferentes. La principal diferencia es que un plan 504 modifica el programa de educación ordinario en el marco de una clase ordinaria. Un plan 504 lo supervisan los profesores de la clase. Un alumno con un IEP puede recibir distintos servicios educativos en medios de enseñanza ordinarios o especiales, en función de cuáles sean sus necesidades. Los programas IEP son aplicados y supervisados por personal de apoyo adicional, no por los profesores del centro. 

Así mismo, en los IEP se requiere la aprobación y la participación de los padres, algo que no es necesario en los planes 504. De todos modos, la participación de los padres es importante para lograr el éxito académico de un alumno con un plan 504. 

Los alumnos cuyas necesidades no encajen en lo que les pueda ofrecer su distrito escolar se pueden derivar a programas de escuelas alternativas. Estos alumnos también pueden necesitar un IEP. 

Adolescentes

Cuando el niño cumple 14 años, el IEP lo empezará a preparar para la etapa adulta. Esto recibe el nombre de "planificación de la transición". La planificación de la transición se centra en qué quiere hacer el adolescente después de la graduación, como matricularse en un centro de formación profesional o en la universidad, trabajar o hacer voluntariado, y en las habilidades necesarias para alcanzar estas metas. 

El plan de transición también incluye dónde vivirá el joven adulto y si podrá o no llevar una vida independiente. Aborda la educación en habilidades para la vida diaria (como la administración del dinero, el uso del transporte, los cuidados personales y las tareas domésticas) y establece un plan para la transición hacia los servicios de atención médica propios de los adultos.

¿Con qué frecuencia se revisan los planes?

Los IEP y los planes 504 se revisan cada año. Se lleva a cabo una revisión profunda, que puede suponer volver a evaluar al niño, cada 3 años.

¿Cómo puedo cambiar el plan de mi hijo?

Usted (o cualquier otra persona que pertenezca al equipo de planificación de la educación de su hijo) puede pedir una revisión del plan en cualquier momento. Si usted no aprueba el IEP de su hijo, solicite una reunión con el equipo del IEP para exponer sus objeciones. Los padres o tutores tienen derecho a participar en todas las reuniones de planificación del IEP de su hijo, a ojear los informes escolares, a no estar de acuerdo con el plan y/o proponer cambios en el mismo. Un IEP se considera un borrador hasta que todo el equipo está de cuerdo con su contenido y firma el documento. 

Si sus esfuerzos no le permiten obtener los resultados deseados, puede acudir a un mediador o hacer una alegación legal que ayude a resolver esas cuestiones entre usted y el distrito escolar de su hijo. También puede rellenar un impreso para formular una queja a través de su agencia estatal de educación o bien hacer una demanda legal. 

Su hijo proseguirá con los servicios que tenga asignados hasta que concluya la resolución del proceso. 

¿Qué más debería saber?

Es posible que el camino de aprendizaje de su hijo sea diferente al que usted esperaba. A veces, usted puede sentir que este proceso lo supera. Recuerde que no es necesario que lo atraviese solo.

Busque apoyo en el centro escolar de su hijo y en la comunidad. Hable con otros padres que hayan vivido situaciones similares a la suya. Participe en un grupo de apoyo, sea por internet o en persona.

Con paciencia y una atenta planificación, así como trabajando codo con codo con la escuela, usted puede ayudar a su hijo a aprender y a alcanzar todo su potencial.