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Una radiografía de pelvis es una prueba que toma imágenes del interior de las caderas y la parte superior de las piernas para ver si hay problemas como huesos rotos.
Una radiografía de cadera puede ayudar a encontrar la causa de síntomas como cojera, dolor, sensibilidad, hinchazón o deformidad en el área de la cadera. Puede detectar huesos rotos o una articulación dislocada.
Esta radiografía puede, entre otras cosas, ayudar a encontrar la causa del dolor en el cuello, el hombro, la parte superior de la espalda o el brazo. Por lo general, se hace después de que alguien ha estado en un accidente de automóvil o de otro tipo.
Una radiografía de cuello puede ayudar a los médicos a diagnosticar muchas afecciones, como el estridor, el crup, la ronquera debido a la inflamación en las vías respiratorias o cerca de ellas, y problemas con las amígdalas y las adenoides.
Los médicos pueden pedir que se haga una radiografía del dedo para encontrar la causa de síntomas como dolor, sensibilidad o hinchazón, o para detectar huesos rotos o articulaciones dislocadas.
Los niños con escoliosis tienen la columna vertebral curvada en forma de C o de S. Si el médico cree que un niño puede tener escoliosis, es posible que le pida radiografías para medir la curvatura de la columna.
Un estudio de edad ósea puede ayudar a evaluar cómo está madurando el esqueleto de un niño, lo que puede ayudar a los médicos a diagnosticar afecciones que retrasan o aceleran el crecimiento.
Una radiografía de mano puede ayudar a los médicos a encontrar la causa del dolor, la sensibilidad, la hinchazón y la deformidad. También puede detectar huesos rotos o articulaciones dislocadas.