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Cómo prevenir la asfixia

Los recién nacidos y los lactantes no pueden levantar bien la cabeza. Por eso, pueden quedar atrapados en una posición que les impide respirar y llegar a asfixiarse. Los niños pequeños tienen un mejor control de la cabeza, pero también se exponen a un pequeño riesgo de asfixia.

¿Qué puedo hacer para ayudar a proteger a los niños de la asfixia?

Sueño seguro:

  • Los bebés deben dormir siempre boca arriba y sobre un colchón firme.
  • No coloque nunca a su bebé sobre una superficie blanda, como un edredón, una alfombra almohadillada o un colchón blando.
  • No deje dormir a su bebé en una cama de adulto, un sofá u otra superficie blanda.
  • Los bebés no deben compartir la cama con otros niños ni con adultos. Compartir la cama con un bebé puede causarle asfixia.
  • No coloque nunca a su bebé sobre un colchón cubierto con plástico.
  • Mantenga las almohadas o almohadones, los cojines, las mantas o los juguetes de peluche fuera de la cuna de su bebé.
  • No use protectores de cuna en la cuna de su hijo.
  • Asegúrese de que el colchón de la cuna de su bebé sea del tamaño adecuado y que encaje bien en el armazón de la cuna. Así, el bebé no podrá quedar aprisionado entre el colchón y los laterales de la cuna.
  • Asegúrese de que las sábanas de la cuna del bebé queden bien ajustadas al colchón, de modo que no se puedan salir ni llegar a envolver la cabeza del bebé. También puede comprar sujetadores para sábanas para que se mantengan en su sitio.

Seguridad en casa:

  • Haga varios nudos en cada bolsa de plástico procedente de la compra o de la tintorería antes de tirarlas a la basura o de reciclarlas.
  • Guarde todas las bolsas de plástico, incluyendo las de la basura y las de los bocadillos, fuera del alcance de los niños.
  • Guarde los globos, incluyendo los que estén desinflados, fuera del alcance de los niños. Recoja rápidamente y tire a un sitio seguro los trozos de globos rotos.

¿Qué más debería saber?

Si está esperando a un bebé o si ya tiene un hijo, es recomendable que:

  • Ponga su casa a prueba de niños. Póngase a gatas en cada una de las habitaciones de su vivienda para verlas desde la perspectiva de un niño. Quite o guarde bajo llave aquellos artículos que podrían ser peligrosos para su hijo.
  • Aprenda técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) y la maniobra de Heimlich adaptada a las distintas edades para estar preparado en caso de emergencia.

Incluso adoptando todas estas precauciones, los niños se pueden lesionar y los accidentes pueden ocurrir. Pero si está preparado, podrá actuar rápidamente y con confianza si surge una emergencia.