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Cómo combatir el aburrimiento en los viajes por carretera

Viajar en coche con la familia puede ser un buen momento para sentirnos cerca de los nuestros y para conocer los intereses y puntos de vista de cada uno, o bien una tortura que nos insta a gritar cada vez que oímos de boca de nuestros hijos la pregunta de "¿Y cuándo llegamos?".

Un viaje por carretera puede ser una experiencia divertida, sana y educativa solo con un poco de planificación, creatividad y preparación. Es evidente que los juegos electrónicos, las aplicaciones y los reproductores de DVD portátiles son grandes distracciones. Pero no pase por alto los juegos y actividades adecuados para toda la familia, que pueden mantener a todo el mundo contento mientras vayan pasando las millas.

La maravilla de los juegos de cartas

No subestime el poder de una baraja de cartas. Plantea infinitas posibilidades para todas las edades y puede aportar horas de entretenimiento y concentración. Si sus hijos ya están hartos de los juegos de cartas clásicos (como la brisca, la escoba, el siete y medio, la carta más alta, etc.) compre o pida prestado de la biblioteca local un libro sobre juegos de cartas para niños de donde sacar nuevas ideas. O compre una baraja de preguntas sobre cultura general para mantener las mentes ocupadas.

Concurso familiar

Organice una concurso familiar oficial de ortografía o de preguntas de cultura general utilizando tarjetas donde anotar palabras o preguntas. Los campeones pueden ganar chucherías, pegatinas, libros de actividades o para colorear, golosinas, dinero (cuanto más pequeño sea el niño, menor será la cantidad) o minutos extra en la piscina del hotel o para acostarse más tarde.

Los viejos juegos de siempre

Utilice, como alternativa, los juegos clásicos para viajar por carretera: el juego de las 20 preguntas (adivinar objetos o personajes a partir de un máximo de 20 preguntas de respuesta Sí/No), el juego de las matrículas y el veo-veo.

Pruebe con el juego del abecedario. Elija un tema (por ejemplo, los animales) y una letra (por ejemplo, la A); luego pida a todos que nombren animales que empiecen por esa letra, como antílope, asno y avestruz. Lo mejor de este juego es que los niños puedan elegir sus temas de interés: coches, personajes de la televisión, países, ciudades, comidas, nombres, etc., y que haya 27 posibilidades (una por cada letra) para cada tema.

Convierta los juegos en maratones, otorgando premios especiales o chucherías a quien gane cada ronda. Luego organice rondas relámpago o finales con premios súper especiales.

¡A registrar!

Compre libretas baratas pero resistentes (o use cuadernos con hojas en blanco o bien cree su propio cuaderno con cartulina, perforadora e hilo) y pida a sus hijos que anoten y describan lo que vayan viendo a lo largo del camino. Dígales que recojan objetos pequeños (una piedra, una concha, una flor, etc.) o que compren baratijas pequeñas en las tiendas donde paren durante el trayecto (botones, pegatinas, postales, etc.) y que peguen todos los objetos en sus cuadernos, describiendo cada parada y cada lugar o sitio de interés por los que vayan pasando.

Lleve algunas revistas viejas y diga a los niños que recorten y peguen imágenes en sus cuadernos para ilustrar lo que vayan viendo (vacas, camiones de bomberos, palmeras, ciervos, coches, etc.). Dé a cada niño una cámara de fotos desechable para que inmortalice sus propios recuerdos y guarde las fotografías en su diario de viaje.

Hágalo magnético

Aprovisiónese de juegos magnéticos súper económicos (como el parchís, las damas, etc.) en tiendas de todo a un dólar o de regalos por las que pasen.

Operación mapa

Lleve un mapa grande (o un libro de mapas de menor tamaño que sus hijos puedan manipular bien) solo para los niños. Dígales que usen pegatinas o rotuladores fluorescentes para resaltar las carreteras que vayan tomando durante el viaje.

¡Bravo por la caja de manualidades!

Busque una caja de cartón resistente o una caja de zapatos (una para cada niño) y pinte la parte superior con pintura de pizarra (negra o verde). Llene la caja con montones de artículos útiles para el arte y las manualidades: tiza, borrador para pizarra, rotuladores lavables, ceras, libros de bolsillo para colorear, lápices de colores, trozos de papel, pizarras en miniatura provistas de tiza y de borrador, cartulinas, pegatinas, plantillas, palos de polos, cinta adhesiva, cintas de colores, borlas, tijeras seguras para niños, perforadora, hilos, muñecas pequeñas o figuras para jugar.

Los viajes largos por carretera son una gran oportunidad para poner a prueba la creatividad de los niños, ya que pueden construir marionetas, máscaras, diarios y mucho más.

El silencio es oro

Cuando todo lo demás falle, utilice el juego de "Quién puede estar en silencio durante más tiempo". Después de horas de cantar y de hacer manualidades, sus pequeños tal vez valoren el desafío de no decir ni una palabra. Ofrézcales premios que merezcan la pena, con incentivos como el dinero (monedas de hasta un dolar), chucherías de tiendas de regalos, juegos, o minutos extra para estar en la piscina del hotel o acostarse más tarde por la noche.

Cantar, cantar y cantar

Pónganse al día con las canciones para cantar en familia. También puede comprar o grabar un CD con canciones para cantar a coro (como, "En la viaja factoría", "Vamos a contar mentiras" o "Un elefante se columpiaba") en las que participen todos, hasta los que desafinen. Compre un mirlitón o una armónica de plástico para cada miembro de la familia a fin de que hagan de acompañamiento.

Cuentos en abundancia

Lleve algunos de los libros favoritos de sus hijos, o aquellos que hace tiempo que les apetece leer, tanto en versión impresa como en forma de audiolibro. Usted puede escuchar la historia mientras sus hijos la vayan leyendo.

Si prefiere no gastar dinero, visite la biblioteca y saque ejemplares de libros y de CDs de música antes de partir. Cuando lean un libro en el coche, túrnense para leerlo en voz alta (asegurándose de usar la mejor voz para cada personaje, por descontado).

Contar historias en equipo

Pida a un miembro de la familia que se invente una frase para una historia (por ejemplo, "Había una vez un niño llamado Hugo..."), y que luego todos los demás vayan añadiendo una frase más hasta que ya no sepan qué más decir ("que vivía en el zoológico más grande de la ciudad"... "no solía tener nada que hacer"... "así que decidió construir un iglú"... "con un gran oso polar llamado Susana"...).

Para hacer las cosas más interesantes, vayan lo más deprisa posible, hagan la mayor cantidad de rimas posible y túrnense sin seguir un orden establecido (señalando a alguien nuevo cada vez). Escriban la historia a medida que vayan avanzando y luego pida a los niños que hagan dibujos para ilustrar el absurdo relato. Cuando hayan acabado, tendrán su propia historia familiar hecha a su medida.

Galería de ventanas

Diga a sus hijos que utilicen rotuladores lavables para llenar las ventanas del coche de ilustraciones llenas de colorido de las que podrán disfrutar hasta los transeúntes, o bien que las utilicen para jugar a juegos interminables sin papel como el tres en raya o el ahorcado. Tengan a mano una gamuza o trapo de algodón para que los niños se puedan ir divirtiendo con las ventanas durante todo el viaje. ¡Pero asegúrese de que no obstruyan la visión del conductor!

Juegos de palabras

Pida a los niños que anoten varias de las palabras que vean escritas mientras viajen (de anuncios, pegatinas de automóviles, atracciones o tiendas del trayecto, matrículas de automóviles, carteles, señales, camiones, etc.). Pídales que escriban una historia, un poema o una canción agrupando todas las palabras que hayan anotado. Y que luego lean, representen o canten sus creaciones delante de todos.

Un poco de creatividad y de planificación puede frenar las peleas y el nerviosismo y dejarles bonitos recuerdos familiares del tiempo que pasen juntos, tanto en la carretera como fuera de ella.