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Primeros auxilios: Convulsiones febriles

¿Qué son las convulsiones febriles?

La convulsiones febriles son convulsiones que les ocurren a veces a algunos niños cuando tienen fiebre. Afectan a niños desde los 6 meses de edad hasta los 5 años y son más frecuentes en los niños de 12 a 18 meses de edad. Tienden a ocurrir el primer día en que el niño tiene una fiebre superior a 100,4° F (38° C).

La mayoría de las convulsiones febriles se detienen por sí mismas al cabo de pocos minutos y no causan otros problemas de salud. 

¿Cuáles son los signos y los síntomas de las convulsiones febriles?

Durante una convulsión febril, su hijo puede:

  • hacer movimientos bruscos y descontrolados 
  • temblar, dar sacudidas o retorcerse 
  • gemir o quejarse
  • perder la conciencia (o desmayarse)

¿Qué hacer?

Si cree que su hijo está teniendo una convulsión debido a la fiebre, trate de mantener la calma y:

  1. Coloque a su hijo con cuidado en el suelo.
  2. Retire cualquier objeto cercano.
  3. Acueste a su hijo sobre un costado para evitar que se atragante y/o se asfixie.
  4. Aflójele cualquier prenda de ropa que lleve alrededor de la cabeza o del cuello.
  5. Fíjese en si presenta signos de dificultades para respirar, incluyendo que el rostro se le ponga azulado.
  6. Trate de registrar durante cuánto tiempo dura el episodio convulsivo.

Cuando haya remitido la convulsión, llame al médico de su hijo. Lo más probable es que quiera ver a su hijo.

Haga que su hijo reciba ayuda médica urgente si:

  • tiene una convulsión febril que dura más de 5 minutos
  • la convulsión solo afecta a algunas partes del cuerpo en vez de a todo el cuerpo en su conjunto
  • le cuesta respirar o se pone azul
  • no está respondiendo con normalidad
  • tiene otro episodio convulsivo en las mismas 24 horas

¡Anticipar es la mejor prevención!

Nadie sabe por qué ocurren las convulsiones febriles. Por eso, no se pueden prevenir. Si su hijo se encuentra mal debido a la fiebre, dele paracetamol o ibuprofeno siguiendo las indicaciones de su médico. Es importante llamar al médico para que vea a su hijo después de que tenga una convulsión febril.