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Hoja informativa sobre el asma y el deporte (para las escuelas)

Qué deben saber los maestros y los entrenadores

El asma es una enfermedad pulmonar que dificulta la respiración. Cuando alguien tiene asma, sus vías respiratorias están siempre un poco inflamadas (irritadas e hinchadas), incluso cuando no presenta síntomas. A veces, las vías respiratorias se les inflaman todavía más y se les pueden llenar de mucosidades. Los músculos que hay alrededor de las vías respiratorias se contraen y se tensan, lo que hace que estas vías se estrechen aún más. 

Cuando un alumno tiene síntomas asmáticos (lo que recibe el nombre de crisis asmática o ataque de asma), puede necesitar hacer visitas urgentes a la consulta de su médico o a un servicio de urgencias médicas. Durante una crisis asmática, es posible que el afectado tenga:

  • resuello y sibilancias al respirar (hacer "pitos" al respirar) 
  • tos
  • opresión de pecho
  • problemas para respirar
  • fatiga (sentirse agotado o somnoliento)

Los alumnos con asma pueden presentar síntomas cuando hacen ejercicio físico o practican algún deporte. También pueden necesitar:

  • tomar diariamente medicación para el asma aunque no presenten síntomas
  • tomar más medicación cuando tengan una crisis
  • tomar medicación antes o durante el ejercicio físico
  • hacer descansos durante una actividad si aparecen síntomas
  • modificar sus ejercicios, entrenamientos o partidos debido a sus síntomas
  • saltarse el ejercicio físico, las clases de gimnasia, los entrenamientos y los partidos cuando tengan crisis asmáticas

A pesar de que el ejercicio físico puede desencadenar síntomas asmáticos, a los alumnos con asma les va bien mantenerse activos y hacer deporte. Algunos deportes pueden ser un poco más difíciles para las personas con asma, como los que exigen mucha energía sin poder hacer pausas para descansar o los deportes que se practican en entornos muy fríos. Pero esto no significa que los alumnos con asma no puedan practicar esos deportes si les encantan. De hecho, atletas asmáticos han constatado que, con un entrenamiento y una medicación adecuados, pueden practicar cualquier deporte que elijan. 

Qué pueden hacer los profesores y los entrenadores

Los profesores y los entrenadores se deben asegurar de que el asma de sus alumnos esté bajo control antes de que hagan deporte u otro tipo de ejercicio físico. En otras palabras, sus alumnos no deberían estar teniendo muchas crisis asmáticas. 

Para ayudar a sus alumnos a evitar las crisis asmáticas:

  • recuérdeles que lleven siempre encima y que usen sus inhaladores antes de la actividad física, si sus médicos así lo recomiendan
  • permítales alargar el tiempo de calentamiento y de enfriamiento durante los entrenamientos y los partidos
  • esté pendiente de los síntomas propios de las crisis asmáticas y sepa cuándo sus alumnos necesitan tomarse un descanso

La mayoría de los alumnos con asma disponen de instrucciones por escrito que les dan sus médicos (lo que recibe el nombre de plan de acción para el asma). Este plan detalla cómo prevenir y controlar las crisis. Usted debe conocer cuáles son los desencadenantes del asma de sus alumnos y dejarles usar sus medicamentos cuando los necesiten. Deberían poder acceder rápida y fácilmente al medicamento que utilicen para aliviar rápidamente sus síntomas asmáticos, independientemente de que se encuentren en la escuela o en cualquier visita escolar. 

Usted debería saber reconocer y gestionar una emergencia asmática (podría ser el único adulto presente cuando haya una crisis o alguno de sus alumnos podría no disponer de un plan de acción para el asma). Si los síntomas de un alumno asmático empeoran después de tomar su medicamento para el asma, llame a la enfermería escolar o al 911.