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Trastornos de ansiedad en niños

Descripción general

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es una emoción que las personas sienten cuando están preocupadas por algo que creen que puede llegar a ocurrir. Afecta a la mente y al cuerpo, y a veces causa una sensación extraña en el estómago. Las personas usan muchas palabras para hablar de la ansiedad, como "preocupación", "estrés", "miedo", "nervios", "temor", "incomodidad" y "terror".

Casi todos sentimos ansiedad de vez en cuando. De hecho, tener un poco de ansiedad incluso puede motivarnos o mantenernos a salvo pero, en exceso, puede causar problemas.

¿Qué son los trastornos de ansiedad?

Cuando la ansiedad no desaparece o empeora y se convierte en un impedimento para hacer cosas o disfrutarlas, recibe el nombre de trastorno de ansiedad. Existen diferentes tipos de trastornos de ansiedad y pueden provocar cambios en el comportamiento, el sueño, la alimentación o el estado de ánimo. Recibir el apoyo, la contención y el tratamiento adecuados puede ayudar a los niños y adolescentes a sentirse mejor y superar estos trastornos.

Las cosas más importantes que debe saber

  • El trastorno de ansiedad es una ansiedad que no desaparece e impide que las personas realicen actividades o las disfruten.
  • Existen muchos tipos de los trastornos de ansiedad diferentes.
  • Los niños y adolescentes con trastornos de ansiedad quizás eviten ir a la escuela o tengan dolor de estómago, dolor de cabeza o problemas para dormir.
  • Uno de los tratamientos más frecuentes para los trastornos de ansiedad es la terapia cognitivo-conductual.
  • Ayudar a su hijo a manejar la ansiedad

    Ayudar a su hijo a manejar la ansiedad

    Sentirse nervioso, preocupado o inquieto a veces es una parte normal del crecimiento. Usted puede ayudar a su hijo a prevenir y controlar su ansiedad de manera que esta no se convierta en un problema mayor.

Signos y síntomas

¿Cuáles son los signos y los síntomas de los trastornos de ansiedad?

Los niños y adolescentes con trastornos de ansiedad tal vez tengan síntomas que los afecten de distintas maneras:

Sentimientos y pensamientos:

  • tener preocupaciones o temores a los que les dediquen demasiada energía y tiempo, incluso aunque estén seguros y a salvo
  • sentirse nerviosos o necesitar que otros les digan una y otra vez que todo está bien
  • imaginar el peor desenlace posible
  • preocuparse por muchas situaciones hipotéticas ("y si...")

Comportamiento:

  • evitar cosas que les causan ansiedad, como la escuela, las pijamadas o las actividades y los lugares nuevos
  • evitar ir solos a algún lugar
  • apegarse a los padres o los cuidadores, o actuar como si estuvieran asustados o preocupados
  • llorar con frecuencia o tener rabietas
  • negarse a hablar o a hacer cosas que solían disfrutar
  • recurrir a cosas como el alcohol o las drogas, o tener otros comportamientos no saludables para evitar sentirse ansiosos

Signos físicos:

  • estar tembloroso, nervioso, mareado o con falta de aire
  • tener una sensación extraña en el estómago (nervios), dolores de estómago o dolores de cabeza
  • sudar o tener la cara caliente, las manos húmedas y frías, o la boca seca
  • problemas para dormir o comer
  • tener los músculos tensos, el ritmo cardíaco acelerado o dolor de pecho

Tipos de trastornos de la ansiedad en niños y adolescentes

Los niños y los adolescentes pueden verse afectados por diferentes trastornos de ansiedad. A continuación, se enumeran los más frecuentes:

Trastorno de ansiedad generalizada

Los niños con trastorno de ansiedad generalizada (TAG) se preocupan todos los días por muchas cosas, como la tarea, los exámenes, su salud o la posibilidad de cometer errores. Se ponen nerviosos por cosas como los recreos, las fiestas, sus seres queridos, el clima, la guerra o la posibilidad de lastimarse. Tal vez sus preocupaciones no sean realistas. Quizás se sientan inquietos, tensos o se molesten fácilmente. El TAG puede hacer que les resulte difícil concentrarse en la escuela, divertirse y comer y dormir bien. Es posible que algunos niños pregunten una y otra vez si está por ocurrir algo que los preocupa. Para ellos, es muy difícil sentirse bien, sin importar lo que sus padres u otro adulto de confianza les digan.

Trastorno de ansiedad por separación

Es normal que los bebés y los niños muy pequeños se sientan ansiosos las primeras veces que están lejos de sus padres. Esto recibe el nombre de "ansiedad por separación". Cuando los niños no superan con la edad ese miedo a estar separados de sus padres, esto se conoce como "trastorno de ansiedad por separación". Se preocupan por que les pueda ocurrir algo malo a ellos o a sus cuidadores cuando no están juntos. Tal vez falten mucho a clases, se apeguen a uno de los padres, lloren, tengan pesadillas o se rehúsen a ir a jugar a las casas de otros niños. Además, los niños también pueden tener problemas para dormir solos o eviten las habitaciones en las que no tengan cerca a sus padres.

Trastorno de ansiedad social

Los niños con trastorno de ansiedad social (o fobia social) tienen miedo de lo que los demás puedan pensar o decir sobre ellos y tienen miedo de hacer algo que los avergüence. Tal vez eviten la atención, por ejemplo, evitando levantar la mano en clase, y se queden mudos o tengan pánico si los hacen intervenir en clase. Es posible que les preocupe que los miren mientras comen y se salten el almuerzo en la escuela. La ansiedad social puede hacer que los niños incluso eviten la escuela o a sus amigos. Tal vez se sientan mal, cansados o tengan síntomas como palpitaciones, falta de aire, se sonrojen o tiemblen. Algunos niños con ansiedad social se desempeñan sin problemas en algunos entornos, pero tienen miedo en otros; por ejemplo, solo temen hablar o hacer presentaciones en público.

Mutismo selectivo

Esta es una forma de ansiedad social que hace que los niños tengan tanto miedo que no hablen en algunos entornos. Los niños y adolescentes que lo padecen pueden hablar, y de hecho, lo hacen en su casa o con las personas más cercanas. Pero tal vez se rehúsen a hablar en la escuela, con ciertas personas o en otros lugares en los que se sienten incómodos.

Trastorno de pánico

En el trastorno de pánico, una persona tiene ataques de pánico (sensación repentina de miedo y de no poder moverse, aun cuando no haya un motivo claro). Este trastorno puede causar síntomas físicos intensos, como temblores o nerviosismo, aceleración del ritmo cardíaco y falta de aire. Los ataques de pánico pueden ocurrir en cualquier momento, por eso las personas tal vez se preocupen por tener otros ataques o eviten las situaciones que podrían causarlos. El trastorno de pánico es más frecuente en los adolescentes y los niños pequeños. Los ataques de pánico también pueden formar parte de otra afección, como otros tipos de trastornos de ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático (TEPT).

Fobias específicas

Los niños que tienen una fobia específica pueden tener un miedo desmedido a cosas como los animales, las agujas, la sangre, los vómitos, un atragantamiento, las tormentas eléctricas, las personas disfrazadas o la oscuridad. Los niños más pequeños pueden manifestar este miedo con rabietas o apegándose a sus cuidadores. Si los niños están cerca de lo que les causa miedo, están aterrados y resulta difícil calmarlos, por eso intentan evitar lo que los asusta. Por ejemplo, un niño con fobia a los perros tal vez no quiera ir a la casa de un amigo, al parque o a una fiesta porque teme que haya perros en esos lugares.

Causas

¿Cuáles son las causas de los trastornos de ansiedad en los niños y los adolescentes?

La respuesta normal del cuerpo frente al peligro recibe el nombre de respuesta de "lucha o huida". Desencadena la liberación de hormonas del estrés (especies de sustancias químicas) en el cuerpo, que preparan a la gente para hacer frente a un peligro real. Las hormonas afectan la frecuencia cardíaca, la respiración, los músculos, los nervios y la digestión. La respuesta de "lucha o huida" tiene por fin proteger a las personas de las cosas que pueden dañarlas. Pero cuando aparecen los trastornos de ansiedad, la respuesta es exagerada y ocurre incluso cuando no existe ningún peligro real.

Hay varias cosas que pueden desempeñar un papel en las reacciones exageradas de "lucha o huida" que ocurren en los trastornos de ansiedad. Entre estas, se encuentran las siguientes:

  • La genética. Un niño con un familiar que tiene un trastorno de ansiedad es más proclive a padecerlo por haber heredado ciertos genes.
  • La química del cerebro. Los genes ayudan a dirigir el funcionamiento de las sustancias químicas presentes en el cerebro (llamadas "neurotransmisores"). Si no hay suficiente cantidad de ciertas sustancias químicas del cerebro o estas no funcionan correctamente, puede aparecer la ansiedad.
  • Los acontecimientos vitales. Las cosas que ocurren en la vida de un niño pueden ser estresantes y difíciles de afrontar. Una pérdida, una enfermedad grave, la muerte de un ser querido, la violencia o los malos tratos pueden hacer que algunos niños se vuelvan ansiosos.
  • La manera de reaccionar de los parientes. Los familiares con altos niveles de ansiedad tal vez tengan miedo o estén nerviosos cuando se enfrentan a ciertos desafíos. Es posible que, en situaciones similares, los niños reaccionen de la misma forma.

¿Cómo se diagnostican los trastornos de ansiedad?

Un psicólogo capacitado puede diagnosticar los trastornos de ansiedad. Esta persona hablará con usted y con su hijo, les hará preguntas y los escuchará atentamente. Los terapeutas preguntarán cómo y cuándo comenzaron los miedos y la ansiedad, y en qué momentos son más frecuentes. Esto ayuda al terapeuta a determinar el tipo de ansiedad específico de su hijo. Si los niños tienen edad suficiente para hacerlo, es posible que también les pidan que completen cuestionarios para determinar el grado de ansiedad y en qué medida afecta su vida diaria.

Un niño o adolescente con síntomas de ansiedad también se debe someter a revisiones médicas con regularidad. Esto permite que los médicos vean si hay otros problemas de salud que podrían estar causando los síntomas o empeorándolos.

Tratamiento y cuidado en casa

¿Cómo se tratan los trastornos de ansiedad?

En la mayoría de los casos, los trastornos de ansiedad se tratan con terapia cognitivo-conductual. Se trata de un tipo de terapia psicológica que ayuda a las familias, a los niños y los adolescentes a aprender a gestionar las preocupaciones, los miedos y la ansiedad.

La terapia cognitivo-conductual les enseña a los niños que lo que piensan y lo que hacen afecta a la manera como se sienten. Así aprenden que, cuando evitan lo que temen, el miedo se afianza. Pero cuando lo enfrentan, el miedo disminuye. Los niños aprenden y ponen en práctica habilidades para afrontar mejor sus preocupaciones. Estas habilidades suelen incluir respirar hondo, practicar formas de relajar los músculos y hacer ejercicios para reemplazar los pensamientos negativos o las preocupaciones. Los padres aprenden la mejor forma de responder cuando sus hijos están ansiosos y cómo ayudar a los niños a enfrentar sus miedos.

Con el tiempo, los terapeutas les muestran a los niños cómo abordar situaciones a las que les tienen miedo y les ofrecen su contención y los felicitan mientras lo intentan. Sin tantas preocupaciones, los niños se pueden concentrar en otras cosas, como la escuela, las actividades y la diversión. A veces, también se usan medicamentos para ayudar a tratar la ansiedad, generalmente acompañados de terapia. 

¿Cómo puede ayudar a su hijo?

Si a su hijo le diagnostican un trastorno de ansiedad, aquí tiene algunas formas de ayudarlo:

  • Busque un terapeuta con formación y experiencia, y lleve a su hijo a todas las visitas de terapia. Pregunte qué cosas específicas puede hacer para ayudar mejor a su hijo.
  • Ayude a su hijo a enfrentar sus miedos. El terapeuta puede mostrarle cómo ayudar a su hijo a practicar en su casa. Felicite a su hijo cuando se esfuerce por enfrentar sus miedos y preocupaciones.
  • Ayude a sus hijos a hablar sobre sus sentimientos. Escúchelos y hágales saber que los entiende, los quiere y los acepta. El hecho de tener una relación positiva y afectuosa con usted ayudará a su hijo a afianzar su fortaleza interna.
  • Anime a su hijo a avanzar de a pequeños pasos. Intente no permitir que los niños se den por vencidos o eviten lo que les causa miedo. Recuérdeles que usar las herramientas que ponen en práctica en la terapia les será de ayuda.
  • Tenga paciencia. Para que la terapia funcione y que su hijo se sienta mejor se necesita tiempo.

Otros preguntas habituales

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo cuando está preocupado?

Todos los niños están preocupados de vez en cuando y algunos se preocupan más que otros. Aprenda cómo ayudar a los niños a manejar las preocupaciones y hacer frente a los problemas cotidianos.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a sanar después de un trauma?

Los niños pueden recuperarse después de un trauma con la ayuda de un terapeuta especializado en traumas y con la contención y el apoyo adicional de los padres. Pruebe los siguientes consejos para ayudar a los niños a sanar.

¿Cuáles son algunas de las maneras de mejorar la autoestima de mi hijo?

La autoestima (sentirse bien con uno mismo) resulta más fácil para algunos niños que para otros. Una autoestima sana los ayuda a afrontar mejor las preocupaciones cotidianas. Aquí puede encontrar formas de ayudar a los niños a sentirse mejor con ellos mismos.