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Bruxismo (apretar y rechinar de dientes)

¿Qué es el bruxismo? 

El bruxismo es el término médico que se usa para describir el chirriar de dientes y el apretar las mandíbulas entre sí. Muchos niños presentan esta afección, pero la mayoría de ellos la acaba superando con la edad. 

¿Cuál es la causa del bruxismo?

Los niños pueden hacer rechinar los dientes por unas pocas razones, como las siguientes: 

  • los dientes no les encajan bien (la mandíbula superior y la inferior no están bien alineadas)
  • el dolor, como el dolor de oído o el de la dentición
  • el estrés; por ejemplo, un niño puede estar preocupado por un examen o por un cambio en sus rutinas cotidianas. Hasta un enfado con un hermano o con los padres puede causar suficiente estrés como para que un niño haga rechinar los dientes por la noche. 
  • motivos médicos, como la parálisis cerebral, la hiperactividad o la toma de ciertos medicamentos

¿Qué problemas puede haber? 

Hay muchos casos de bruxismo que no se detectan ni causan ningún problema. Suele ser más molesto para la familia, por el ruido asociado, que para el paciente.

Pero a veces puede causar:

  • dolores de cabeza 
  • desgaste del esmalte dental o dientes picados 
  • dientes sensibles 
  • dolor facial, de oído o de mandíbula 

¿Cómo se diagnostica el bruxismo?

Hay muchos niños con bruxismo que ni siquiera son conscientes de que lo tienen. Suelen ser sus hermanos o sus padres quienes detectan el problema. 

Algunos de los signos en que nos debemos fijar son los siguientes: 

  • ruido de rechinar de dientes mientras su hijo está durmiendo
  • quejas de dolor mandibular o facial después de despertarse por la mañana
  • dolor al masticar

Si su hijo hace rechinar los dientes, visiten al dentista, quien explorará los dientes a su hijo en busca de desgaste del esmalte, dientes picados, desgastes o roturas inusuales, y le pulverizará aire y agua sobre los dientes para evaluar su sensibilidad.

Si el dentista detecta problemas en los dientes, hará unas pocas preguntas para averiguar cuál es la causa del rechinar de dientes, como unos dientes mal alineados o el estrés. 

¿Cómo se trata el bruxismo?

Si el apretar y rechinar de dientes hace que a un niño le duela la mandíbula o le daña los dientes, el dentista puede recomendar una férula de descarga para que el niño la lleve puesta por la noche. Diseñada específicamente para los dientes de cada niño, la férula de descarga se parece a los protectores bucales de seguridad que llevan muchos deportistas para protegerse la dentadura. Puede costar un tiempo que un niño se acostumbre a llevar una férula de descarga por la noche, pero sus resultados suelen ser rápidos. 

¿Cómo pueden ayudar los padres?

Independientemente de cuál sea la causa del bruxismo, ayude a su hijo a relajase antes de acostarse por la noche; por ejemplo, se puede dar un baño o una ducha caliente, escuchar unos pocos minutos de música tranquila o leer un libro.

Para el bruxismo provocado por estrés, pregunte a su hijo qué es lo que le preocupa y busque una forma de ayudarlo. Por ejemplo, un niño a quien le preocupa estar lejos de casa porque es la primera vez que va de campamentos, puede necesitar que lo tranquilicen diciéndole que sus padres lo podrían ir a recoger si fuera necesario.

Si el tema es más complicado, como un cambio de residencia, hable con su hijo sobre ello y trate de aliviar sus miedos. Si le preocupa lo que le ocurre a su hijo, hable con su médico. 

En contadas ocasiones, las pautas básicas para aliviar el estrés no bastan para detener el bruxismo. Si su hijo tiene problemas para dormir o está actuando de una manera diferente a la habitual, colabore con su dentista o con su médico para detectar la causa del estrés y elaborar un plan de tratamiento adecuado. 

La mayoría de los niños dejan de tener bruxismo cuando pierden los dientes de leche. Mientras tanto, llevarlos al dentista con regularidad puede ayudar a detectar el bruxismo y a encontrar un tratamiento eficaz de esta afección.